Christophe Allain (Foto: Blaise Llorca)
Christophe Allain es uno de los más destacados representantes de la nueva espiritualidad occidental del siglo XXI, una espiritualidad eminentemente práctica y eficaz que busca –en el ámbito de la consciencia– vías de evolución que nos permitan poner en armonía nuestra naturaleza material con nuestra condición energética, encontrar el sentido de la encarnación y aprender a vivir mejor.
Christophe nació en Marsella, a mediados de la década los 70. Ateo e informático de profesión, su vida dio un giro de 180 grados el día en que pasó de ser un informático inmerso en una existencia anodina a vivir un inesperado, brutal y liberador despertar del tercer ojo:
«La kundalini es, para empezar, una energía irresistible. En realidad, muchas personas que pueden tener leves percepciones energéticas no entienden lo que significa. Es la diferencia entre el agua del grifo y las cataratas del Niágara. Estamos frente a algo irresistible, terrorífico, que lo consume todo. Un despertar de la kundalini es como limpiar la casa con un lanzallamas: podemos considerarnos afortunados si no se nos cae la casa encima».